Cascanueces de fieltro

Este año al montar el árbol, he decubierto con horror, que uno de mis adornos preferidos estaba roto. Se trataba de un cascanueces de cerámica, que compré hace ya muchos años y que ahora me ha sido imposible volver a encontrar.

Ni corta ni perezosa comencé a diseñarme el que sería su sucesor, y este ha sido el resultado.

Lo he hecho muy sencillo, todo a base de rectángulos, círculos y óvalos. Me decidí por estos colores, porque eran los de mi anterior cascanueces, pero evidentemente se pueden hacer muchas más convinaciones diferentes.

Una vez tuve recortadas todas las partes que necesitaba, comencé a decorar la cara y el pecho.

Para la cara: dos cuentas negras (como ojos) un círculo de fieltro rosa para la nariz, un rectángulo de fieltro rojo para la boca (los dientes los iba a hacer también con cuentas, pero al final me resultaron muy grandes y me decidí por recortar trocitos muy pequeños de fieltro) y finalmente cuatro trozos de fieltro negro (cortados en forma de lágrima) para las cejas y el bigote. Todo ello pegado silicona líquida, especial para telas.  La barba unida al final de la cara y el gorro y el pelo. En el gorro he puesto un poco de cinta dorada para poder colgar a nuestro cascanueces del árbol.

Para el pecho: seis botones pequeños, unidos por tres trozos de cinta dorada y el cinturón de fieltro.

Cuando ya tuve las partes principales decoradas, comencé a coser las extremidades. Las piernas están rellenas, pero los brazos no, ya que las piernas al ser muy pequeñas y finas ya me costaron lo suyo, así que con los brazos directamente desistí.

Y ahora a coser las extremidades al cuerpo delantero. Una vez está todo unido, ya sólo hay que cerrar el cuerpo y acabar de poner el relleno.

Hala!! El resultado es un cascanueces casero, con la misma cara de pocos amigos que tenía mi figurita de navidad!! Jeje, me encanta ♥ ♥ ♥

Y listo, mi árbol de Navidad ya tiene un nuevo inquilino!!!